Considerando que son las nueve y media de la mañana, estaba pensando que voy a empezar repasando las 85 especies de krill con toda su nomenclatura latina… No, es una broma, es una broma. Así empezó su ponencia la Dr. Gjertsen, lo que arrancó la sonrisa de los asistentes.

La ponente se presentó y comentó que en su ponencia iba a explicar cómo se realiza la cosecha sostenible de krill en la Antártida por parte de la empresa Aker BioMarine.

Explicó así mismo que el Aceite de Krill NKO^® que comercializa 100% Natural lo pesca Aker BioMarine y lo procesa siguiendo las especificaciones que marcan la diferenciación de la marca NKO^®.

​​​​​​Como Empresa, Aker BioMarine, tiene la misión y la ética de proporcionar productos de alta calidad que sean buenos para la salud humana, sin que comprometan la salud de nuestro planeta.

Por ello la pesca de krill en la Antártida es sostenible y se hace de forma responsable, la sostenibilidad y la salvaguarda de esa biomasa es absolutamente crucial.

Planteó la ponente la situación actual

La población mundial para el año 2050 se espera que sea aproximadamente de 10.000 millones de personas, y para alimentar a esta creciente población, hará falta producir un 70% más en la producción alimentaria que va a requerir muchísimos recursos.

Las tierras agrícolas están llegando a su límite, con gran presión sobre los recursos, el agua potable, el impacto medioambiental de las emisiones, la contaminación de los pesticidas y la pérdida de la biodiversidad, por ejemplo, la deforestación en Brasil, debido a la producción de soja y cultivos de soja. Todo ello obliga a buscar otras fuentes para obtener alimentos. Y parte de la respuesta está en el océano, pero hay que hacerlo de una forma sostenible, lo que plantea muchos desafíos.

Se debe encontrar nuevas formas de hacerlo, se necesita una acuicultura de alta calidad, con piensos que mantengan los nutrientes y los aceites grasos que necesitan los pescados, de la forma que tenga un menor impacto. Se estima que aproximadamente el 63% de la pesca general de hoy ya está cerca a la sobreexplotación. Hay que encontrar nuevas formas de continuar pescando, reduciendo la huella industrial y fortaleciendo la huella positiva.

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La estrategia de la empresa Aker BioMarine

Aker BioMarine se ha alineado con los objetivos del desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y elegido objetivos de desarrollo sostenible que ayuden a guiar las decisiones y dirigir la producción y operativa, para asegurar que haya una producción y un consumo responsable y sostenible. Por otro lado, utilizar los productos para garantizar la buena salud y el bienestar de la población mundial, así como contribuir de forma pequeña, pero considerable, al objetivo de erradicar el hambre.

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​​​​​​​Explicó la ponente que la pesca del krill es una de las pescas más estrictamente reguladas de todo el mundo. Está regulada por parte de un organismo: la Comisión para la Conservación de los Recursos de la Antártida (CCAMLR), compuesta por 28 Estados-miembro que hacen un control de toda la pesca que se hace y establecen áreas y cuotas muy bien gestionadas, de tal forma que se necesita un gran consenso para cambiar cualquier regulación. Aker BioMarine pesca en el área 48, que es un área grande pero una pequeña fracción de todo el océano Antártico, donde solo hay 10 barcos con licencia para pescar en esa zona.​​​​​​​

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​​​​​​​Naciones Unidas ha definido que una pesca sostenible es el 10% de un sector. La pesca del krill aproximadamente está en una cuota de 600 toneladas anuales que representa el 1% de la biomasa del sector.​​​​​​​

​​​​​​​No obstante, hemos querido asegurarnos de que no se está haciendo daño a la biomasa con la pesca comercial y los últimos estudios indican que de hecho la biomasa está creciendo ya que en 2000 se registraron 60 millones de toneladas métricas en el área 48 y en 2019 ha llegado aproximadamente a 63 millones de toneladas métricas.

Certificados para la pesca sostenible

Continuó explicando la Sra. Gjertsen que esta sostenibilidad de la pesca de krill no tiene solo que ver con la biomasa, sino que hay que pensar en todo el ecosistema en su conjunto. Por eso la empresa ha desarrollado, e implantado, tecnologías específicas de ecocosecha (ECOHarvesting), que evita capturas no deseadas, para que no se capturen, por ejemplo, focas ni que los pájaros puedan quedar atrapados en las redes. Esta pesca de arrastre, tiene unas redes muy finas, que evita que otro tipo de especies queden atrapadas.

Este es uno de los esfuerzos que ha permitido a Aker BioMarine conseguir la certificación de sostenibilidad. Desde 2010, la empresa obtuvo la Certificación de Pesca Sostenible del Consejo de Administración Marina (MSC) siendo la primera empresa certificada en la pesca de krill, y durante cinco años consecutivos se ha obtenido el reconocimiento de ser la empresa de pesca más sostenible del mundo, es decir, la empresa está produciendo aceites y alimentos que se pescan de forma sostenible.

Esta certificación la otorga un organismo independiente y muy exigente (Sustainable Fisheries Partnership) y responde a la necesidad de transparencia y a las preocupaciones de los consumidores en cuanto al origen de los alimentos y productos.

Además, Aker BioMarine está trabajando también con muchas ONGs medioambientales y el resto del sector. De forma voluntaria ha aprobado zonas de protección, es decir de no pesca, en torno a lugares donde los pingüinos u otras especies se reproducen, para garantizar que no se daña el ecosistema. - De hecho, nos estamos moviendo más rápido que los políticos y las regulaciones que se aprueban- comentó.

Además, dada la extremada importancia de comprender el ecosistema y ver de qué manera está evolucionando y cómo se desarrolla, Aker BioMArine, colabora con El Fondo de Investigación de la Vida Silvestre Antártica (The Antarctic Wildlife Research Fund (AWR)) y otras ONGs que hacen investigación. Aker BioMArine ha donado un millón de dólares norteamericanos para que se pueda investigar y aprender más acerca del ecosistema.

Barcos de pesca propios

Aker BioMarine es propietario de los barcos de pesca, lo que permite realizar muchas innovaciones y aplicar tecnología innovadora, utilizando soluciones marítimas, ecológicas, que permiten una reducción en emisiones de dióxido de carbono, además de reducir también la huella industrial.

El hecho de operar con barcos propios permite obtener la máxima trazabilidad y poder transmitir esta transparencia a los clientes y, eventualmente, a los consumidores. Cada uno de los lotes de krill que pesca la empresa llega con unas coordenadas GPS exactas y la fecha exacta de cuándo se pescó, y estos datos se van transmitiendo en toda la cadena para garantizar que los consumidores sepan exactamente de dónde procede el krill y tengan confianza que viene de una fuente sostenible.

​​​​​​​​​​​​​​Se están probando además otras tecnologías muy sofisticadas como un vehículo no tripulado que funciona con energía eólica y solar e incorpora sensores que recogen datos continuamente, sobre el océano, sobre la vida salvaje y la fauna,etc., y envía los datos no solo a la empresa sino también a los científicos. A efectos prácticos estos vehículos pueden encontrar los bancos de krill y así podemos enviar los barcos a ese punto concreto, sin necesidad de tener que surcar los mares a la búsqueda de los bancos de crustáceos, lo que minimiza la huella que los barcos puedan dejar.

Otras acciones llevadas a cabo en toda la cadena son:

Reducir el consumo y uso de plásticos, aumentar el reciclado y utilizar los Big Data para recabar información sobre los procesos en las instalaciones de extracción (en Houston, Texas, USA), para mejorar todos los procesos y minimizar el impacto ambiental.

En este punto la ponente muestra un video ilustrativo.

Para ver el vídeo haga click aquí.

A continuación, la ponente subrayó la necesidad que los peces tienen de consumir omega-3 para producir omega-3 y que, por ello, la mayor parte del volumen de krill que la empresa comercializa está destinada a producir un alimento de krill para la acuicultura, es decir para alimentar y mejorar el perfil de omega-3 de los peces de cultivo, lo que resulta de gran importancia debido a la necesidad, actual y futura, de aumentar la producción de alimentos de buena calidad.

En cuanto a la alimentación humana, señaló la Sra. Gjertsen qué analizando los datos de la Sección de Alimentos y Agricultura de Naciones Unidas, y viendo el mapa mundial, se ve que aproximadamente el 70% de la población mundial no está recibiendo cantidades de EPA y DHA adecuadas, y esto puede ser por cuestiones de coste, de disponibilidad, de tradición…

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​​​​​​​Hay muchas razones que lo explican, pero todos sabemos que el omega-3 es muy importante para nuestra salud. Hay más de 9.000 publicaciones relativas a los efectos positivos de los omega-3 sobre la salud (prevención de enfermedades cardiovasculares, mejora de cardiopatías y diabetes, etc.) y últimamente se está trabajando en estudios científicos que tiene que ver con el hígado graso no alcohólico, que es la acumulación de grasa excesiva en el hígado, enfermedad silenciosa, que no avisa hasta que es tarde y que se estima que afecta a una de cada cuatro personas en Europa. La cifra de prevalencia en España en 2016 fue del 22,9% y se estima que para 2030 alcance el 27,6%. Queda por tanto muy claro que se trata de un importantísimo reto y si los omega-3 pueden ser parte de la solución, es de importancia vital que se sepa y se divulgue.

La ponente mostró a continuación cifras de un estudio de 2016 que estima el coste total de la sanidad europea en cuanto a patologías cardiovasculares en 1,33 trillones de euros. En el caso concreto de España, los datos manifiestan que las cifras de un euro gastado en suplementos de omega-3 en personas de más de 55 años de edad puede llevar a un ahorro en el coste sanitario de 2,8 euros. Como se puede constatar hay un beneficio en salud y también un elemento de ahorro en coste en los distintos países europeos.

- ¿Cómo explotar y cómo garantizar la salud y el acceso a omega-3? Pues bien, no debemos sobreexplotar los stocks de pescado, esa no es la manera… Entonces, ¿por qué es esto relevante, por qué les estoy dando a ustedes estos comentarios de salud y sanidad? – preguntó retóricamente la ponente y respondió que:

El krill satisface necesidades porque es una fuente poco trófica, es decir, requiere menos recursos, está muy al principio de la cadena alimentaria, y, por tanto, no requiere muchos recursos para llegar a nosotros. Si llega de una pesca bien gestionada y tiene una ciencia fuerte que lo respalda, es sano sin costar demasiado. Es un pequeño animal, que contiene los famosos ácidos grasos, el EPA y DHA, y esto significa que obtenemos prácticamente el mismo perfil de ácidos grasos comiendo krill que comiendo pescado azul, porque cuando el krill se convierte en aceite, nos aporta omega-3. Sin olvidar que por la naturaleza del hábitat del krill (las extremas temperaturas de la Antártida) estos ácidos grasos se presentan en forma de fosfolípidos y por tanto el organismo los absorbe mejor que los del pescado que se presentan en forma de triglicéridos.

Añadió la Sra. Gjersten que además el krill contiene otros nutrientes esenciales como la colina - que tiene toda una gama de beneficios para la salud sobre todo en cuanto a protección del hígado, del cerebro y del corazón - y la astaxantina que es un antioxidante potentísimo, que permite que el aceite sea un cien por cien puro, al no tener que añadir ningún antioxidante. Gracias a este componente, el aceite de krill se presenta tal como lo ha hecho la naturaleza, totalmente puro, con todas las bondades directas de la naturaleza.

Para acabar la presentación la ponente añadió que el krill, de hecho, es una de las biomasas, de especie única, más grande en todo el mundo, acercándose al doble del tamaño de la biomasa humana y que Aker BioMarine ha hecho inversiones importantísimas en su pesquería, lo que muestra la creencia de la empresa en la posibilidad de que esta pesca sea sostenible a largo plazo.

Tenemos la gran suerte de tener un propietario que ha manifestado que esto lo vamos a hacer de forma responsable o si no, no lo haremos, concluyó.

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