Vivimos en una sociedad aparentemente estable, con más o menos comodidades, sin guerras que nos acechen… Para todos está es una situación nueva, nunca vivida anteriormente. El COVID-19 no únicamente afecta a la salud pulmonar, sino que, a muchos de nosotros sin dar positivo en el virus, nos está afectando o afectará en nuestra salud emocional. COVID-19 se ha convertido en un gran estresor y cómo afrontemos está situación va a determinar nuestra capacidad de resiliencia y nuestra salud en los próximos meses. Podemos ser partícipes mediante nuestra actitud diaria y si es necesario ayudarnos de la suplementación para ayudar a mantener los niveles de estrés a raya.
Lo más importante de todo es no caer en los pensamientos negativos, creando un bucle del que no podamos salir. Para esto es importante crear una rutina diaria y que ésta difiera del fin de semana.
Si teletrabajamos, hay que iniciar el día como si fuéramos a la oficina, arreglarnos, desayunar. y sobre todo crear una zona de trabajo si no disponemos de despacho. El fin de semana preferiblemente no entraremos en esta zona y guardaremos el ordenador y los documentos de trabajo que puedan estar a la vista. Es importante desconectar.
No hay que dejar de practicar deporte. Todos sabemos que tras realizar ejercicio físico nuestra sensación de bienestar aumenta. Esto se debe a que cuando hacemos deporte secretamos endorfinas, substancias que nos hacen sentir bien y nos ayudan a disminuir el estrés mental. Además, mejoramos nuestra salud cardiovascular.
Si tenemos salida al exterior, empezar el día desayunando fuera, y tomarnos unos minutos para estar con nosotros mismos, conectando con nuestra respiración y tomar consciencia de nuestros pensamientos. Es muy importante reservar 20-30 minutos al día para que nos del sol. EL sol ayuda a regular la melatonina y la serotonina a la vez que nos permite sintetizar la vitamina D, necesaria para reforzar nuestro sistema inmunitario y emocional.
Llegado el fin de semana podemos crearnos unas rutinas de actividades, ya sea a nivel individual y con nuestros familiares. ¡Ahora de lo que si disponemos es de tiempo, así que aprovechémoslo! Dediquémoslo a hacer esas cosas que más nos gustan, leer, cocinar, estar con los nuestros, hacer actividades con los más pequeños, meditar. La meditación nos ayuda a disminuir la ansiedad y el estrés. Nos induce a mantener una actitud más positiva frente a la vida, aceptando y afrontando los retos diarios.
Debemos hacer un buen uso de las redes sociales y de internet. Aprovecharlo para mantener contacto con el medio exterior, hacer videollamadas con la familia, con los amigos… porque no hacer, por ejemplo, ¿un vermut el domingo con nuestros amigos mediante videollamada? Además, hay una gran oferta de actividades que podemos encontrar en internet. Podemos por ejemplo presenciar un concierto en directo, hacer formaciones gratuitas.
Debemos vivir este momento como una oportunidad de aprendizaje y valorar las cosas que realmente son importantes en la vida.