Propósitos saludables para 2025: bienestar emocional, cardiovascular y digestivo

 

Con el nuevo año a la vuelta de la esquina, es momento de reflexionar sobre cómo mejorar nuestro bienestar en todas sus dimensiones. El pasado 4 de diciembre tuvimos la suerte de contar con la Dra. María Gea en un webinar muy especial abierto a todos los públicos en el que, junto a nuestra compañera Paula Saiz, exploramos estrategias prácticas y accesibles, y recursos micronutricionales para cuidar de la salud emocional, cardiovascular y digestiva; tres pilares fundamentales para afrontar 2025 y, toda la vida, con vitalidad.

Salud emocional: nutrientes esenciales

El estrés se ha convertido en un desafío cotidiano que tiene muchas formas de manifestarse: tensión muscular, insomnio, alteraciones de la memoria, fatiga constante… La Dra. María Gea señaló que, según la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, 1 de cada 5 personas presentan un trastorno emocional para el que se requiere tratamiento. La OMS ha calificado el estrés como la enfermedad del siglo XXI, lo que tiene un impacto directo en nuestra energía y calidad de vida. Incorporar hábitos como una buena higiene del sueño, actividad física regular y técnicas de relajación puede marcar la diferencia. Además, ciertos micronutrientes y extractos naturales pueden apoyar de manera eficaz el bienestar emocional.

“El impacto del estrés en las personas -aseguró la Dra. Gea- provoca un aumento en el metabolismo y en el consumo de micronutrientes”, por lo que puede ser más común de lo que pensamos tener carencias. En este sentido, nos habló de un abordaje especial micronutricional para el impacto del estrés con:

• Neuroprotectores: son una ayuda para mejorar la función cognitiva, memoria, atención y concentración. Destacó el papel de la cúrcuma, la bacopa, el ginkgo biloba, el magnesio y los omega-3 procedentes del aceite de krill. Subrayó la buena combinación de la cúrcuma y el azafrán para apoyar los estados de ánimo bajos, y los efectos beneficiosos con evidencia científica del aceite de krill en depresión leve y moderada y en trastornos cognitivos.
• Adaptógenos: son sustancias que ayudan al organismo a adaptarse a las situaciones de estrés minimizando su impacto. La Dra. Gea destacó el impacto positivo de plantas como la rodiola, que proporciona relajación y puede ejercer un efecto sedante, y de la ashwagandha, la esquisandra y el eleuterococo, para mejorar el estado de ánimo. También habló de hongos como el reishi, que gracias a su rica composición en beta-glucanos y triterpenos ayuda en casos de insomnio, en la gestión del estrés, de la ansiedad y puede mejorar la calidad de vida con el paso de los años, y del córdiceps, que ayuda a oxigenar la circulación y ganar energía.
• Vitaminas y Minerales: estos micronutrientes son claves en muchas funciones del organismo, así como en la gestión del estrés. Destacó el papel importante de la vitamina D3 en la neurogénesis y síntesis de neurotransmisores, de la vitamina C, en la mejora de todos los tejidos y salud tisular, del magnesio, que ayuda a la relajación muscular y al insomnio, del zinc, que aporta protección y soporte al sistema inmune, y de las algas verdiazules AFA, un alimento con un perfil muy alto de nutrientes con vitaminas del grupo B y minerales como flúor y yodo y un alto contenido en clorofila.

Omega-3: amplio espectro de beneficios cardioprotectores

La salud cardiovascular se beneficia enormemente de un estilo de vida equilibrado. Aquí es donde los omega-3 juegan un papel esencial, como nos indicó la Dra. Gea: “Estos ácidos grasos ayudan a mantener un sistema cardiovascular fuerte al apoyar la función endotelial, regular la presión arterial y mejorar los lípidos en sangre”. También, subrayó los importantes beneficios del omega-3 procedentes del aceite de krill al ir unidos a fosfolípidos, lo que mejora la absorción y biodisponibilidad del omega-3, además de tener, de forma natural, otros nutrientes muy beneficiosos como son la colina y la astaxantina.​​​​​​​​​​​​​​

Uno de los problemas actuales es el desequilibrio, cada vez más común, en la dieta entre los omega-6 y el omega-3, con una reducción significativa y generalizada del Índice omega-3, que mide la proporción de ácidos grasos que residen en la membrana de nuestros glóbulos rojos. La Dra. Gea indicó que el Índice omega-3 es óptimo entre un 8-11%, sin embargo, en un amplio espectro de la población, los niveles son muy inferiores, un 4%.

Por el tipo de dieta que llevamos y el consumo cada vez más de pescados pobres en omega-3, es importante optar por un complemento de calidad de omega-3 procedente del aceite de krill, para asegurarnos unos niveles óptimos tan necesarios para tener un corazón fuerte en todas las etapas de la vida.

Digestiones saludables: alcachofera, jengibre, papaya y avena.

Durante las fiestas, por más que nos propongamos no caer en los excesos, es casi misión imposible con tantos encuentros familiares, con amigos… El abuso de comidas ricas en grasas saturadas, azúcares, bebidas alcohólicas…, puede afectar al sistema digestivo. Afortunadamente, como nos indicó Paula Saiz, la naturaleza ofrece opciones que pueden ayudar a mantener una digestión saludable:

• Extracto de hojas de alcachofera: ayuda a mejorar los síntomas del tracto gastrointestinal superior, reduciendo la dispepsia y aumentando la mucosa gástrica.
• Extracto de rizoma de jengibre: contribuye a la función normal del tracto gastrointestinal. También ayuda a reducir la sensación de mareo y vómitos asociados a los viajes en coche o avión.
• Puré de papaya orgánico: esta deliciosa fruta es una aliada de la digestión gracias a una enzima muy valiosa que tiene: la papaína. Además de ser muy nutritiva, posee un alto contenido en fibra y está cargada de vitaminas y minerales. El proceso de cultivo, recolección y fabricación es muy importante para evitar que se degraden estos valiosos nutriente.
• Avena orgánica: es un cereal que nos aporta múltiples beneficios para la salud. Gracias a su composición en beta-glucanos, minerales y vitaminas, tiene propiedades emolientes y calmantes sobre el sistema digestivo. Favorece la regulación del tránsito intestinal, refuerza la secreción de las glándulas digestivas y promueve los procesos de desintoxicación del cuerpo.

​​​​​​​​​​​​​​Paula Saiz destacó la buena pareja que hacen a nivel digestivo del tracto superior la alcachofera y el jengibre y, a nivel intestinal la papaya y la avena.

Estamos a las puertas de un nuevo año y tenemos infinitas nuevas oportunidades de mejorar la salud. Abordar nuestro bienestar de manera integral no solo mejora nuestra energía y rendimiento, sino que también fomenta relaciones más saludables y una mayor resiliencia ante los retos diarios.

Como dijo Ramón y Cajal, y nos recordó la Dra. María Gea: “Todo hombre puede ser el escultor de su propio cerebro”. Este nuevo año, conviértete en el protagonista de tu salud física, mental, cardiovascular y digestiva. ¡El mejor de los regalos y el más inteligente de los deseos!