La coenzima Q10 es una molécula presente de forma natural en las mitocondrias y en el núcleo de las células y abunda especialmente en el tejido de órganos vitales como son el corazón, el hígado, los riñones y el páncreas, así como en el plasma sanguíneo asociada a las lipoproteínas de transporte del colesterol.
En el organismo humano, se sintetiza en el hígado y se puede obtener también a través de los alimentos, aunque el aporte dietético es muy bajo, porque se encuentra en pequeñas cantidades en los alimentos que forman parte de nuestra dieta habitual y los alimentos con mayor contenido que son el corazón y el hígado de cerdo y vacuno, son alimentos de bajo consumo.
Esta coenzima tiene dos funciones esenciales: la producción de energía y el efecto antioxidante. Por un lado, es imprescindible para los procesos de obtención de energía ya que, en las células, interviene en el transporte de electrones y en la respiración celular aeróbica, participando en la producción de adenosina trifosfato (ATP), que es un nucleótido fundamental en la obtención de la energía celular. En el organismo también actúa como antioxidante, debido a su estructura química y su facilidad para aceptar o ceder electrones. Es decir, las principales funciones de la coenzima Q10 son convertir la energía de los carbohidratos y los lípidos en forma de energía utilizable, y proteger a células, tejidos y órganos, de la acción oxidante y perjudicial de los radicales libres que están implicados en los procesos de envejecimiento y en el desarrollo de problemas de salud como enfermedades cardiacas y cáncer.
En el cuerpo humano, se presenta en tres formas en función de su estado de óxido/reducción. La forma oxidada se denomina ubiquinona (Q), la forma reducida ubiquinol (QH2) y existe un estado intermedio de óxido-reducción en el que la molécula se denomina ubisemiquinona (Q).
La forma reducida (ubiquinol) es la que desempeña la función antioxidante en diferentes tejidos, protegiendo las membranas celulares de la oxidación de los lípidos.
Diversos factores pueden causar un descenso en los niveles de coenzima Q10 que influirán en los procesos de obtención de energía y en múltiples funciones del organismo. El contenido de coenzima Q10 disminuye en el cuerpo humano en el proceso natural de envejecimiento. Con la edad va disminuyendo su producción y la capacidad de convertir la conezima Q10 a la forma ubiquinol, que es como se ha mencionado la forma que el organismo utiliza para realizar la función antioxidante. Se estima que a partir de los 20 años se reduce hasta llegar a una reducción de un 65% a los 80 años. Pero además, también hay otras causas por las cuales puede disminuir la cantidad de coenzima Q10 en el organismo ya sea debido a que aumentan el consumo o a que son causa de que disminuya su producción. Entre estas causas las principales son: el estrés, ciertas enfermedades crónicas, algunos medicamentos como las estatinas para bajar el colesterol o los betabloqueantes ampliamente empleados en distintos trastornos que afectan a la función del corazón (como hipertensión, arritmia, etc.). Asimismo, la práctica de ejercicio o el sobreesfuerzo físico consumen energía y por tanto aumentan el requerimiento de CoQ10.
Debido a las dos acciones principales citadas (energética y antioxidante) y en base a múltiples estudios, la suplementación de coenzima Q 10 se propone como medida para el mantenimiento de distintas funciones fisiológicas, relacionadas con la salud cardiovascular, los estados bajos de energía (astenia, cansancio, fatiga), para la recuperación por ejercicio físico intenso o entrenamiento deportivo y para prevenir y recuperar en la piel los daños causados por las radiaciones solares y distintos factores ambientales.
Salud cardiovascular. Las investigaciones sugieren que el efecto beneficioso de la coenzima Q10 en la prevención de enfermedades cardiovasculares se debe principalmente a su capacidad de inhibir la oxidación de las moléculas de LDL colesterol (“colesterol malo”) que es una de las causas de formación de placas de ateromas en los vasos sanguíneos, causa principal de problemas cardiovasculares graves. Se ha visto que los niveles de coenzima Q10 tienden a ser más bajos en personas con colesterol alto, en comparación con personas sanas de la misma edad.
Por otra parte, como se ha mencionados se ha observado que las estatinas y algunos medicamentos betabloqueantes pueden disminuir los niveles naturales de la coenzima Q10 en el organismo y que la suplementación con coenzima Q10 podría ser beneficiosa para los pacientes que toman estos medicamentos tanto a nivel cardiovascular como para ayudarles a conservar la energía sin afectar a la eficacia de los medicamentos. También existen evidencias de que el suplemento de CoQ-10, junto al tratamiento médico convencional puede reportar ciertos beneficios sobre la hipertensión arterial, lo que ha sido comprobado en varios estudios clínicos.
Ayuda a la recuperación en el entrenamiento deportivo y fuente de energía contra la fatiga. La práctica de ejercicio genera una sobrecarga de trabajo del corazón y los músculos que son los órganos que más energía consumen, además esto provoca la liberación de radicales libres que se producen en el proceso de obtener la energía necesaria para realizar estos trabajos. Este aumento de radicales libres produce reacciones de oxidación que pueden acabar dañando las células y produciendo sobrecarga muscular y fatiga, con disminución del rendimiento físico.
La fatiga es la manifestación del agotamiento de energía. Distintas investigaciones han comprobado que la administración oral de ubiquinol, la forma reducida de la coenzima Q10, mejora el rendimiento físico y la sensación subjetiva de fatiga durante el ejercicio, aumentando la tolerancia al esfuerzo y el rendimiento deportivo, sobre todo en deportes como el ciclismo, el running o el atletismo, que suponen un gran gasto de energía.
Soporte de la piel (efecto antienvejecimiento). Los procesos de envejecimiento y foto envejecimiento están asociados con un aumento en la oxidación celular. En parte, puede deberse a una disminución en los niveles de coenzima Q10. La suplementación dietética de este coenzima se ha considerado una forma efectiva de mantener el nivel, que disminuye tanto con la edad como en ciertas condiciones patológicas. CoQ10 tiene un importante papel en la piel debido a sus propiedades bioenergéticas y antioxidantes y este efecto podría estar relacionado con el contenido de CoQ10 de la piel en sí misma, especialmente en la epidermis.
Algunos estudios han demostrado que la ingesta prolongada de CoQ10 durante al menos dos semanas puede reducir las arrugas y aportar otros beneficios relacionados con el potente efecto antioxidante y energizante sobre la piel y mejorar la protección que la epidermis ofrece contra la acción de los rayos ultravioleta.
Seguridad. La suplementación de coenzima Q10, en especial en forma de ubiquinol, se considera segura y muy bien tolerada, aunque se recomienda control analítico y médico en personas con tratamiento y no se recomienda su uso en el embarazo y la lactancia debido a la falta de datos. La Agencia de Seguridad Alimentaria Europea (AESAN) considera aceptable desde el punto de vista de la seguridad el consumo de hasta 200 mg diarios cuando se emplea como suplemento.
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Prof.ª Mª José Alonso Osorio
- Licenciada en Farmacia por la Universidad de Barcelona.
- Diplomada en Fitoterapia por la Universidad de Montpellier.
- Especialista en Farmacia Galénica e Industrial.
- Director Técnico y responsable de desarrollo de productos en Industria Farmacéutica (1972 a 1985).
- Farmacéutica comunitaria (desde 1985 hasta 2004 como titular y copropietaria, desde 2010 como substituta a tiempo parcial).
- Profesora y tutora en Máster y Postgrado de Fitoterápia UB - IL3 (Universidad de Barcelona)
- Profesora colaboradora en Máster de Nutrición y Salud, UOC (Universitat Oberta de Catalunya)
- Vocal de la Junta de Gobierno de la Sociedad Española de Fitoterapia.
- Miembro del Comité Científico de INFITO (Centro de Investigación sobre Fitoterapia).
- Socia de la AEEM (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia)
- Académica correspondiente de la Real Academia de Farmacia de Cataluña.
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